25 de noviembre de 2009

Barquillos de la reina

 Naranjas de Xeraco

¿A que me ha quedado bien el nombre?
Espero que no tenga el Copyright en la Sgae y vengan a por mí.
Ayer estaba mirando la televisión, y vi a alguien que comía un barquillo mientras tomaba una taza de café en la terraza de un bar.
Me vino a la cabeza el recuerdo del sabor de un barquillo casero y no me he podido resistir a ponerme manos a la obra.
Hay tres problemas, primero que tienen muchas calorías, ya lo veis por los ingredientes. Pero, digo yo, o los comemos buenos, o no los comemos. No valen las medias tintas. El segundo y el tercer problema los expondré más adelante.
Con estos ingredientes salen unos 25 barquillos.
  • 200 gramos de harina
  • 225 gramos de azúcar
  • 75 gramos de almendra molida
  • 2 huevos
  • 1/4 litro de agua tibia
  • 125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
  • un chorrito de brandy
  • esencia de vainilla o azúcar vainillado
Poner en un bol el agua tibia, más bien tirando a caliente (unos 40 grados), la mantequilla y el azúcar. Mezclar bien, usando la batidora acabaremos antes.
Añadir los huevos, el brandy y la vainilla, y seguir removiendo con energía.
Cuando está todo bien mezclado añadir la harina que habremos tamizado, mezclada con la almendra molida. Batir hasta que no quede ningún grumo.
Nos tiene que quedar una crema como la de los creps, quizás un poco más espesa, de forma que al poner una cucharada sobre la sartén se reparta uniformemente.
Si vemos que nos ha quedado demasiado espesa, no pasa nada si añadimos un poco de agua.
Ahora viene el segundo problema, la cocción.
En la mayoría de recetas se opta por cocerlos en el horno, de dos en dos. Estaréis todo el día. Más vale coger una sartén, mejor dos sartenes antiadherentes, para ir haciéndolas de dos en dos. Se pone una cucharada de la masa en la sartén, se reparte y se deja al fuego suave hasta que se haya dorado un poco, se le da la vuelta, se deja unos minutos más y ya está. No se necesita poner aceite en la sartén, la masa ya lleva mantequilla, se despega en cuanto está dorada.
Yo les doy forma ayudándome de papel de cocina y un tubo de caña, pues se pueden moldear cuando están muy calientes y se les puede dar la forma deseada. Se dejan encima de papel de cocina para que pierdan toda la humedad y cuando estén fríos los podeis guardar en bolsitas para que no se humedezcan.
También os tengo que decir que juego con ventaja, porque tengo una barquillera. Un día entré en uno de esos supermercados low cost que hay repartidos por toda la península y vi que tenían a la venta barquilleras, y además estaban rebajadas de 20 a 9'99 euros (un chollo). Compré una y la uso para los barquillos y para hacer unas tortitas (coques escaldades) hechas con harina escaldada, de las que ya pondré la receta más adelante cuando la ponga en práctica.
Bueno, una vez hechos los barquillos nos llega el tercer problema, si comes uno, no podrás parar. Así que guarda los barquillos, deja uno apartado, haz café y disfruta.
El que quiera hacer los barquillos sin almendra, sólo tiene que sustituir los 75 gramos de almendra por 50 gramos de harina.
Hasta la próxima.

1 comentario:

  1. POR DIOS MUCHAS GRACIAS ACABAS DE SOLUCIONAR UN PROBLEMA KON TU RECETA Y TIENES RAZON YA NO PUEDES PARAR NO SOBREVIVIO NI UNO GRACIAS

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