6 de diciembre de 2009

Arroz al horno con pimiento

Una de tantas formas de cocinar el arroz, y cada uno lo hace a su manera particular.
El arroz al horno es más sencillo de cocinar que en la paella, queda muy sabroso y se ensucia menos la cocina.
Poco a poco iremos probando ingredientes diferentes.
Posiblemente los puristas no estén conformes con alguna de nuestras recetas, pero no perseguimos cocinar como los cánones clásicos dicen, perseguimos una comida sabrosa y fácil de hacer.
La base de un arroz al horno es un buen caldo, pero como no teníamos ese buen caldo, lo hemos hecho.
La receta de hoy presenta un aporte calórico importante, así que la hemos acompañado de una ensalada.
Ingredientes para cuatro personas con bastante hambre:
  • 750 gramos de costilla carnosa de cerdo
  • 1 nabo grande de 1/2 kilo o dos más pequeños
  • 1 pimiento rojo
  • 200 gramos de garbanzos
  • 1 cebolla pequeña tierna o cebolleta
  • 2 chorizos frescos
  • 2 morcillas frescas
  • dos vasos de arroz
  • aceite
  • media cucharadita de pimentón dulce
  • una pizca de colorante o azafrán
  • una cabeza de ajos
Esta vez hemos usado la olla a presión por rapidez, pero se puede usar cualquier utensilio que os plazca.
La noche anterior poner los garbanzos en remojo con una pizca de sal y agua fresca.
Limpiar la grasa de las costillas (ya tendremos bastante con los chorizos y morcillas). Picar la cebolla muy fina, y limpiar y cortar el nabo a dados. Cortar el pimiento a tiras.
En la olla sofreír con un poco de aceite las costillas y los chorizos. Cuando la carne esté dorada, reservar los chorizos, añadir la cebolla. Cuando la cebolla está dorada, añadir el pimentón, dorar con cuidado que no se queme, añadir el nabo, dar unas vueltas a todo y añadir el agua.
Para la cantidad de agua tened en cuenta que después, para cocer el arroz, se va a necesitar el doble del volumen del arroz, es decir, 4 vasos de caldo.
Llevar a ebullición y, cuando levante el hervor, añadir los garbanzos. Tapar y dejar cocer hasta que los garbanzos estén tiernos.
Por supuesto que este trabajo se puede hacer la noche anterior, de forma que al día siguiente sólo nos quedará cocer el arroz.
Una hora antes de la hora de comer, poner el horno a precalentar a 210 grados y preparar la cazuela de barro en la que coceremos el arroz en el horno.
En el fondo de la cazuela echar un chorrito de aceite (no más de dos cucharadas), y colocar el arroz, las morcillas, los chorizos y los dientes de ajo. Normalmente se pone la cabeza de ajos en el centro, pero a mí me gusta más repartir los dientes sueltos por todo.
Con el contenido de la olla hirviendo, poner el azafrán. Con una espumadera (para dejar el caldo en la olla) vamos repartiendo el guiso en la cazuela, incluyendo carne, garbanzos y nabo. Si veis que no cabe todo, no importa, podéis dejar para después algunos garbanzos o trozos de carne, para ir picando mientras se cuece el arroz.
Añadimos cuatro vasos de caldo hirviendo (3 y medio si os gusta el arroz más entero), ponemos por encima las tiras de pimiento con la piel hacia arriba y metemos la cazuela al horno (sin aire) durante unos 40 minutos a la temperatura indicada.
A los 40 minutos el arroz debe de estar seco y cocido.
Sacar la cazuela del horno, dejar reposar 5 minutos y servir caliente, acompañado de un vaso de vino.

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