Pues, ya varias veces había intentado sin éxito ponerme a pelar castañas.
Algunos ya sabréis lo bueno que es un puré de castañas para acompañar una buena carne, y no os tengo que hablar de las castañas confitadas o marrón glacé que están a un precio que no nos las podemos permitir casi nadie.
Pues ayer me puse manos a la obra.
Vi unas castañas que parecían buenas en la tienda de la esquina y compré un kilo para después intentar confitarlas.
Había leído diversas formas para pelarlas, que si ponerlas de cuatro en cuatro unos segundos en el microondas y pelarlas enseguida, que si hacer un corte en la cascara de fuera y ponerlas a hervir cuatro minutos, que si .... pues ninguna funcionaba bien.
Por fin os doy la forma y espero que os funcione, si lo hacéis.
Con un cuchillo afilado quitar la piel exterior. Dejarlas en sitio seco durante la noche. La piel fina se secará un poco.
Al día siguiente poner una cazuela con un poco de agua al fuego y echar un puñado de castañas (hacerlo por tandas). Dejarlas hervir dos o tres minutos y apagar el fuego, vais sacando las castañas de dos en dos o de tres en tres y quitáis la piel con la punta de un cuchillo afilado. Si tienen algún pliegue profundo con piel, os podéis ayudar de un palillo de dientes.
Os aconsejo que hagáis esto con guantes o al menos con un guante en la mano que sujeta la castaña caliente.
Hay que pelarlas en caliente y antes de que se sequen. Si se secan, la piel se queda más pegada que antes y ya no hay forma de pelarlas.
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