25 de diciembre de 2009

Turron blando de cacahuete


Hacía tiempo que echaba de menos un pedacito de turrón del humilde cacahuete.
Me recuerda los lejanos tiempos de mi infancia, mi padre me ha recordado que llevaba cacahuetes tostados y pelados a un señor del vecino pueblo de Tavernes de la Valldigna, después de ser pesados los cacahuetes les entregaba su equivalente en turrón, quedándose parte para él como su beneficio.
Es un dulce navideño típico del pueblo donde nací y viví durante muchos años, y aprovechando que había encontrado una receta me he animado a hacerlo. Dicen que a la tercera va la vencida, y a la tercera me ha salido la receta. No he podido encontrar la receta del turrón que se hacía en Tavernes, pero lo estoy intentando.
Personalmente me gustan tanto como los de almendra.
La confección es muy fácil y el resultado mejor de lo que podáis pensar. Os doy ingredientes para una tableta grande. Podéis multiplicar y hacer la cantidad que queráis.
Ingredientes:
  • 250 gramos de cacahuete pelado y tostado
  • 175 gramos de azúcar
  • una cucharada sopera de miel
  • agua, media tacita de café, 50 ml
  • un poco de canela
  • una yema de huevo
Primero hay que triturar el cacahuete tostado lo más fino posible, pero sin que se nos forme una pasta. Yo lo he hecho con la Thermomix (hay que ir con mucho cuidado porque si nos pasamos expulsa el aceite y se forma como una pasta). Si se os ocurre picar más cantidad, hacedlo por tandas.
Después de mucho tiempo de haber publicado esta entrada, he encontrado un rallador de frutos secos. Es ideal para esto.
En una cazuela de tamaño adecuado poner el agua y el azúcar al fuego. Llevar a ebullición removiendo sin parar.
Cuando empieza a hervir se levanta una espuma blanca, es el momento de apartar del fuego la cazuela, poner la cucharada de miel, remover y poner poco a poco el cacahuete, removiendo sin parar (es mejor que alguien os ayude en este menester).
Volver a poner la cazuela al fuego muy bajo (en su mínima expresión) y seguir removiendo.
Cuando vemos que la pasta empieza a espesar, apartar del fuego y, sin parar de remover, poner la cuarta parte o menos de la yema del huevo (una yema de huevo es suficiente para dos kilos de masa). Mezclar muy bien. He acabado amasando con las manos en la encimera de mármol.
Seguidamente poner en un molde recubierto de papel blanco. Es conveniente poner un par de hojas de papel de cocina en el fondo para que absorba el aceite que soltará la masa.
Tapar con papel y poner algo de peso encima, dejar reposar durante tres o cuatro días antes de consumir.

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