28 de noviembre de 2009

Cobertura de chocolate

Usaremos siempre el llamado chocolate negro de cobertura o de postres que podemos encontrar en todos los supermercados si lo vamos a usar mezclado con nata o mantequilla. Es mucho mejor usar chocolate de buena calidad si vamos a usarlo sin mezclar.
Hay que fundir el chocolate y para ello podemos seguir tres caminos: al baño María, directamente al fuego o con el microondas.
Puede que nos sintamos tentados por hacerlo al microondas por la rapidez, pero tenemos que controlar muy bien la temperatura, sacar el recipiente y remover de vez en cuando. Si lo hacemos directamente al fuego tenemos muchísimo riesgo de que acabe quemándose en el fondo del recipiente.
Prefiero hacerlo al baño María, más lento pero más seguro y con mejores resultados.
Para ello cogeremos un cuenco de metal y lo encajaremos en un cazo con agua caliente, y pondremos el cazo al fuego para que el agua se caliente sin llegar a hervir. El fondo del cuenco no debe tocar el agua para que el chocolate no se caliente demasiado. No usaremos ningún utensilio de plástico para remover el chocolate, tiene que ser de acero o madera.
La temperatura del chocolate no deberá sobrepasar los 50º C.
Tener cuidado con la temperatura, el chocolate blanco funde a menor temperatura y se mantiene mejor.
Para cobertura de pasteles, utilizo la proporción de 100 gramos de chocolate negro y 30 gramos de mantequilla.
Cuando el chocolate está derretido añadimos la mantequilla, mezclamos con suavidad y ya podemos cubrir el postre que hayamos confeccionado.

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