Naranjas de Xeraco
Nuestra amiga Lilou desde Francia nos ha pasado la medida exacta que utiliza y que sale siempre bien.
Podemos aprovecharlas según nos apetezca, con relleno dulce o salado.
Las que podéis ver en la foto son del tamaño de una nuez grande. De un sólo bocado.
- 150 gramos de harina
- 80 gramos de mantequilla
- 1/4 litro de agua
- 4 huevos
- un pellizco de sal
- 1 cucharadita rasa de azúcar
Cuando empiece a hervir, apartar del fuego y añadir de golpe la harina tamizada a la que habremos añadido la sal y el azúcar. Removemos enérgicamente con una cuchara o paleta de madera hasta que obtengamos una masa uniforme y sin grumos.
Volvemos a poner el recipiente a fuego muy suave (lo menos que podamos) y seguimos removiendo hasta que vemos que la masa se despega perfectamente de las paredes, señal de que se ha cocido suficiente.
Apartamos del fuego, ponemos la masa en un bol de tamaño suficiente, le damos un par de vueltas para que la temperatura disminuya un poco y la dejamos reposar 5 minutos. Añadimos los huevos uno a uno, mezclando muy bien la masa con el huevo antes de añadir el siguiente.
Cada vez que añadimos un huevo hay que batir y remover con energía con una paleta de madera. Cuanto más aire se incorpore a la masa, más subirá la masa al hornearla.
Conseguiremos una pasa pegajosa que hay que dejar reposar media hora a temperatura ambiente.
Conseguiremos una pasa pegajosa que hay que dejar reposar media hora a temperatura ambiente.
Ponemos papel vegetal en una bandeja de horno y vamos depositando, con la ayuda de dos cucharas, o de una manga pastelera, o de una bolsa de plástico con un corte en una punta, porciones del tamaño de una nuez.
Con un tenedor bañado en huevo batido aplastamos las puntas que puedan haberse quedado.
Las metemos en el horno calentado a 180 grados durante 25 a 30 minutos, hasta que están doradas.
Con un tenedor bañado en huevo batido aplastamos las puntas que puedan haberse quedado.
Las metemos en el horno calentado a 180 grados durante 25 a 30 minutos, hasta que están doradas.
Ni se os ocurra abrir la puerta del horno durante el horneado, un simple cambio de unos grados de temperatura cuando están subiendo hace que pierdan volumen.
No hay que sacarlas del horno cuando están hechas pues el cambio brusco de temperatura hará que bajen de volumen. Abrir la puerta del horno y dejarlas que vayan enfriando durante 10 minutos o un poco más con el horno en marcha y a temperatura un poco más baja, 150 grados, con el ventilador puesto si lo tenéis (esto es importante para que pierdan humedad).
Cuando estén frías, las tenéis preparadas para usar.
También se pueden hacer de sobra y meter en el congelador.
En este video se ve perfectamente todo el proceso.
No hay que sacarlas del horno cuando están hechas pues el cambio brusco de temperatura hará que bajen de volumen. Abrir la puerta del horno y dejarlas que vayan enfriando durante 10 minutos o un poco más con el horno en marcha y a temperatura un poco más baja, 150 grados, con el ventilador puesto si lo tenéis (esto es importante para que pierdan humedad).
Cuando estén frías, las tenéis preparadas para usar.
También se pueden hacer de sobra y meter en el congelador.
En este video se ve perfectamente todo el proceso.
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