Para ello he contado con unos kilos de naranjas navelinas recién cortadas del árbol, sin tratamientos fitosanitarios en los últimos seis meses por lo que lo único que tenían era un poco de polvo.
Los ingredientes eran los que detallo:
- Naranjas
- Azúcar
La proporción ha sido, 1 kilo de pulpa de naranja limpia, 800 gramos de azúcar.
Primero hay que sacar la parte naranja de la piel de la mitad de las naranjas, cortar esta piel en juliana y poner en abundante agua fría. Ir cambiando el agua regularmente durante 24 horas.
Pelar muy bien las naranjas que vamos a usar, dejando la piel transparente de los gajos, y quitando muy bien la parte blanca.
Trocear las naranjas acabando de quitar la parte blanca de dentro.
Pesar la naranja que hayamos troceado y preparar el azúcar y el agua en las cantidades requeridas.
Poner en una olla las naranjas troceadas con la tercera parte del azúcar, tapar y dejar en sitio fresco hasta el día siguiente.
Al día siguiente, escaldar tres veces las pieles de naranja durante tres o cuatro minutos, cambiando el agua cada vez. Reservar
Poner la cazuela al fuego, llevar a ebullición removiendo de vez en cuando. Cuando empiece a hervir dejar a fuego lento.
En un principio debe de hervir a unos 100 grados, temperatura que irá subiendo según se vaya evaporando el líquido, habrá que mantener en ebullición hasta que veamos que la temperatura llega a 105ºC.
Cuando empieza a hervir veremos que la pulpa de la naranja sube y se queda toda en la parte de arriba.
En el momento en que la pulpa esta casi cocida, se va haciendo una mezcla homogénea. Añadir el resto del azúcar que tenemos reservado y las pieles de naranja escurridas.
Esperamos a que la temperatura de ebullición llegue a 105ºC, y ya podemos considerar que la mermelada está hecha.
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