Viene el frío del invierno y pronto nos apetecerá hacer un buen guiso de rabo de ternera porque de toro seguro que no encontramos (ni vosotros tampoco), abriremos una botella de buen vino y disfrutaremos del momento.
Antes de publicar esta entrada hemos estado viendo recetas de rabo en internet, y parece que todas las recetas empiezan con los mismo "Pasar el rabo por harina y sofreír" o algo parecido. Pues eso es lo que tenemos que hacer si queremos que la carne del rabo se encoja, que los extremos de los huesos queden al descubierto y que la parte comestible se endurezca hasta el punto de que con 2 horas de cocerlo en la olla a presión, a duras penas conseguiremos masticarlo.
Todas las carnes que contienen tendón, se contraen si les damos un cambio brusco de frío a caliente. Eso es lo que hacemos sofriendolas.
Si os gusta que quede meloso, que se deshaga en la boca, y que sea una pura gelatina, seguir mi consejo.
Hacer el sofrito que queráis, como queráis y con los ingredientes que os plazcan, pero la carne de ese tipo hay que ponerla en frío y que vaya cogiendo calor poco a poco. Con una hora y media de cocción en cazuela o 10 minutos en olla a presión tendréis suficiente para cocerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario